jueves, 23 de abril de 2009

PROTOCOLO DE MONTREAL


PROTOCOLO DE MONTREAL


El Protocolo de Montreal relativo a Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono es un tratado internacional que tiene como objetivo proteger la capa de ozono mediante el control de producción de las sustancias degradadoras de la misma. El tratado fue firmado el 16 de septiembre de 1987 y entró en vigor el 1 de enero de 1989. Desde entonces, ha sufrido cinco revisiones, en 1990 en Londres, 1992 en Copenhague, 1995 Viena, 1997 Montreal, y en 1999 Beijing.El Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono se celebra el 16 de septiembre.
El Protocolo de Montreal
En un planeta donde cuesta ponerse de acuerdo para actuar en favor del ambiente, el Protocolo de Montreal podría convertirse en un convenio emblemático cuyo cumplimiento ayudaría a resolver un problema de los tiempos modernos: el deterioro de la capa de ozono.
El
Protocolo de Montreal fue suscrito en 1987 y en la actualidad unas 180 naciones se han comprometido a cumplir con sus metas de reducción en la producción de gases CFC (clorofluorocarbón), halones y bromuro de metilo, cuya presencia en la atmósfera es considerada la principal causa del adelgazamiento en la capa de ozono.

En coincidencia con el Día Mundial de la Preservación de la Capa de Ozono el 16 de septiembre, el 2002 fueron divulgadas las conclusiones preliminares de una evaluación científica sobre este problema. Los especialistas dijeron que el Protocolo de Montreal se ha cumplido, y que en los próximos años la capa de ozono podría recuperarse, pero también advirtieron que será necesario continuar honrando los acuerdos internacionales para mantener esa tendencia.
El problema comenzó a ser conocido por la opinión pública a comienzos de los años 80, y en 1983 fue suscrito el
Convenio de Viena, el primer instrumento destinado a generar acciones para la preservación del ozono. Pero en ese entonces el tema aún no era prioritario: apenas 20 países participaron.
Con los años el problema del hueco o agujero de ozono fue divulgado ampliamente: el adelgazamiento de la capa de ozono impediría el filtro adecuado de los rayos ultravioleta, lo cual a su vez podría causar problemas para la vida en el planeta.
El Protocolo de Montreal entró en vigencia en 1989, cuando 29 naciones más la Unión Europea, productores de 89 por ciento de las sustancias nocivas para la capa de ozono, lo habían ratificado.
En este momento uno de los temas clave es la participación de los países en desarrollo en el cumplimiento de las metas de Protocolo de Montreal, que plantea dejar de utilizar productos nocivos para el ozono. La meta es lograrlo para el 2010.
Además de una
Secretaría del Ozono del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Protocolo ha generado otras instancias, como un Fondo Multilateral destinado a ayudar a los países en desarrollo al reemplazo tecnológico requerido para dejar de usar productos que dañan la capa de ozono.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (
PNUD) y el Banco Mundial, tienen proyectos que apuntan en la misma dirección: hacia el cumplimiento de lo dispuesto en el Protocolo de Montreal.


DESARME
Las campañas en favor del desarme suelen ser identificadas con el objetivo de la paz. Pero hay otro argumento: los casi 900 mil millones de dólares invertidos cada año en armamentismo socavan los recursos disponibles para el desarrollo y amenazan al ambiente.
El
Departamento de Asuntos de Desarme de la Organización de Naciones Unidas (ONU), hizo la advertencia poco antes de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible: el aumento en los gastos militares desvía importantes recursos financieros, materiales y humanos hacia sectores no productivos.
Pero además esa tendencia a aumentar la inversión en armamento hasta niveles que no se veían desde la "Guerra Fría" también implica una amenaza latente para el ambiente, y para las perspectivas de desarrollo social y económico de las naciones, advirtió el organismo de la ONU, que en Internet también tiene una página
en español.
Las campañas mundiales por el desarme apuntan tanto a las armas de destrucción masivas, encabezadas por las nucleares, como a las convencionales. Y la preocupación por este tema se ha extendido a
Internet, donde numerosos sitios web difunden los objetivos de promover esta estrategia o plantean mecanismos para conjurar la carrera armamentista.
Hay
acuerdos internacionales sobre desarme y no proliferación de armas, como el Tratado de Tlatelolco firmado por los países latinoamericanos para no aceptar armas nucleares en la región. Sin embargo al mismo tiempo proliferan conflictos regionales o incluso de alcance global que implican el uso de los arsenales, lo cual es aún más depredador que su fabricación y comercio.
Los temas de desarme también abarcan a las armas pequeñas y livianas, de las cuales hay unas 500 millones de unidades en todo el mundo, según informa el sitio web brasileño
Desarme.org. Cada año, estas armas causan la muerte de 500 mil personas, de las cuales 200 mil son víctimas de homicidios, crímenes, suicidios y accidentes.
"La presencia constante de armas en el mundo ha cambiado la naturaleza de la violencia. Tensiones inevitables entre los pueblos se transforman en guerras, y conflictos banales culminan en tragedias. Sociedades tranquilas pasan a ser campos de batalla", dicen en Desarme.org.



DESPUÉS DE LA CUMBRE
La Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sustentable convocó a 104 jefes de Estado y de Gobierno, a 9.000 delegados, 8.000 representantes de Organizaciones No Gubernamentales y 4.000 enviados de los medios de comunicación, según un balance oficial. Pero, ¿cuál fue su legado?
La mayoría de los despachos de prensa fechados en Johannesburgo el 4 de septiembre, cuando terminó la Cumbre, informaban de reacciones encontradas por los resultados finales: mientras los organizadores expresaban satisfacción, la sociedad civil criticaba la falta de compromisos asumidos por los gobiernos.
El
sitio web oficial de la Cumbre reflejaba después del término de la reunión parte de ese balance oficial. Ante las críticas por la falta de resultados, el Secretario General de la Organización (ONU) de las Naciones Unidas, Kofi Annan, precisó que Johannesburgo no fue el final de un proceso, "es el comienzo"
Durante los diez días que los delegados estuvieron reunidos el encuentro atrajo interés de la prensa, provocó debates e
inspiró coberturas de numerosos sitios web. Gran parte de esa actividad cesó poco después del final de la Cumbre, aunque seguramente en los próximos meses y años continuarán los comentarios, análisis y evaluaciones sobre una de las conferencias más grandes que se hayan realizado en la historia.

Entretanto, en Internet es posible conseguir alguna información sobre los resultados de la Cumbre. Eso sí, casi toda está en inglés. Aún están disponibles en Internet coberturas especiales como la del periódico
TerraViva, que circuló durante la conferencia, o la que realizó la ONU vía Internet "en directo".
Al escarbar en el sitio oficial también es posible encontrar en formato PDF las últimas versiones publicadas de la
Declaración Política y del Plan de Acción suscritos en esta reunión. También puede consultarse el comunicado oficial en torno al acuerdo sobre el agua y los servicios sanitarios.
Por otra parte algunos sitios web ya exhiben los comentarios finales sobre la Cumbre.
"Es un paso hacia adelante", opinó el Director Ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Klaus Toepfer, al recordar que las negociaciones fueron muy difíciles.
El Fondo Mundial de la Vida Silvestre (
WWF) recordó que no se logró un plan efectivo para el desarrollo sustentable, y se preguntó por el futuro de los esfuerzos multilaterales para erradicar la pobreza y proteger el ambiente. Greenpeace, por su parte, tituló su despacho sobre los resultados de Johannesburgo: "nada para los pobres, nada para el clima".



EVOLUCIÓN DEL PROTOCOLO DE MONTREAL
El Protocolo de Montreal relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono se concertó el 16 de septiembre de 1987 y entró en vigor el 1° de enero de 1989.
De conformidad con el procedimiento establecido en el párrafo 9 del artículo 2 del Protocolo de Montreal, la Segunda, la Cuarta, la Séptima, la Novena y la Undécima reuniones de las Partes en el Protocolo de Montreal aprobaron ciertos
ajustes y reducciones de la producción y consumo de las sustancias controladas enumeradas en los anexos del Protocolo. Esos ajustes entraron en vigor, para todas las Partes, el 7 de marzo de 1991, el 23 de septiembre de 1993, el 5 de agosto de 1996, el 4 de junio de 1998 y el 28 de julio de 2000, respectivamente.
La Segunda, la Cuarta, la Novena y la Undécima reuniones de las Partes en el Protocolo de Montreal aprobaron, de conformidad con el procedimiento establecido en el párrafo 4 del artículo 9 del Convenio de Viena, cuatro enmiendas del Protocolo, la "
Enmienda de Londres" (1990), la "Enmienda de Copenhague" (1992), la "Enmienda de Montreal" (1997) y la "Enmienda de Beijing" (1999).

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